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Temas de historia y actualidad

LA INDEPENDENCIA DE CATALUÑA. UNA REVOLUCIÓN EQUIVOCADA

          En los últimos tiempos, el movimiento en favor de una secesión de Cataluña ha ido aumentando hasta el punto de contar con el apoyo de más de la mitad de su población. Hay que reconocer dos cosas a favor de este movimiento: una, que es un fenómeno de masas, no marginal como algunos intentan hacer creer. Y otra, que se está desarrollando de una forma extremadamente cívica. Dicho esto, haremos un análisis de más calado, sobre las causas y las posibles consecuencias.
          Indican las encuestas que el móvil de la mayoría de sus partidarios es más económico que político. Al parecer, parten de la idea que, siendo una de las comunidades más ricas de España, si no tienen que cargar con el resto, todo iría mejor para ellos. Éste es el razonamiento de la mayoría; tan simple como interesado.  Sin embargo, si eso fuera a ser así, podría entenderse el sentir de la población. Pero las cosas no son tan simples; veamos:
          En caso de que todo salga según lo esperado, es decir, que haya una separación amistosa de España, ¿quiénes serían los grandes beneficiarios? En teoría, la oligarquía política catalana que ambiciona más cuota de poder, tapando de paso, los agujeros económicos que su mala gestión han provocado. Pero es posible que no hayan calculado bien las consecuencias adversas y que no sea tampoco tan positivo para ellos como creen. España indudable perderá mucho, muchísimo, porque entre otras cosas Cataluña aporta el 25% del PIB Nacional. Si ya España es una potencia de segundo orden, pasará a ser como mínimo de tercer orden. Pero ¿y Cataluña? Veamos una comparación con países europeos del entorno: el nuevo estado catalán sería una cuarta parte más pequeño que Suiza, más o menos similar a Bélgica y Moldavia, y ligeramente más grande que  Eslovenia, Macedonia, Albania y, por supuesto, las Ciudades Estado. ¿Qué peso tienen los países citados en el mundo globalizado actual? Prácticamente ninguno. Cataluña pasará a ser un país de cuarto o quinto orden, sin peso alguno en los órganos de deliberación internacional donde se dirime el futuro económico y político del planeta. Es decir, que en el mejor de los panoramas, la situación será muy desfavorable para España, y no mucho mejor para Cataluña. Y en cuanto a los miles de trabajadores sin empleo, los pobres –que empiezan a abundar en toda España- o los inmigrantes, ¿mejorarán sus condiciones de vida? Probablemente no, o de manera tan sutil que será prácticamente imperceptible.
          Pero el panorama puede ser aún peor: ¿alguien ha leído los libros de Historia? Nadie ha querido hablar hasta ahora de la posibilidad –que ojala nunca ocurra- de que despierte el terrible nacionalismo español y la separación sea más traumática de lo que todos esperan. Basta echar un poco la vista atrás para percatarse de que, en el pasado, cada vez que Cataluña intentó crear un Estado propio, terminó en una intervención militar. Ahora se cree que las condiciones son distintas por dos motivos: primero, porque se supone que somos un país democrático, y segundo, porque el nacionalismo español parece más diluido que nunca. Pero yo, como historiador, no soy tan optimista; puede que el nacionalismo español esté solo dormido y que se despierte a un monstruo con consecuencias impredecibles. ¿Nadie ha visitado nunca un cuartel de la Guardia Civil o de la Legión? A la entrada pone "Todo por la Patria" y, estoy convencido que para las fuerzas armadas del Estado español, el concepto Patria incluye de manera indisoluble los territorios catalanes. Indudablemente, está pendiente una reforma constitucional e institucional, pero mientras tanto, como conocedor de la historia de España, el asunto me preocupa.
          Sinceramente, está revolución pacífica de independencia, no es mi revolución, ni debería ser la revolución del pueblo catalán. Es la revolución que las élites han creado, manipulando al pueblo, para tratar de ocultar sus propias miserias y de paso consolidar sus intereses clasistas. Con la que está cayendo en el mundo y en España, con los millones de personas que se encuentran en la pobreza o al borde de la misma, con las miles de familias que están siendo desalojadas de sus casas, creo que apoyar al independentismo catalán es estar en una revolución equivocada. Una revolución en la que todos nos jugamos mucho y en la que, en el mejor de los casos, sólo pueden ganar las élites catalanas.
          No necesitamos revoluciones nacionalistas. El nacionalismo ha sido la gran lacra del mundo contemporáneo, causante de la mayor parte de las guerras. Las revoluciones tienen que ser sociales, para transformar el mundo, como quería Karl Marx. Nuestra revolución es una revolución clasista, del pueblo, de los millones de desheredados que existen en Cataluña, en España y en el mundo. Esa es nuestra lucha, la revolución social contra las élites económicas mundiales que han destrozado la convivencia en el mundo y han llevado a millones de personas a la pobreza.
          Ya escribió Giuseppe Mazzini, a mediados del siglo XIX, que la sociedad de su tiempo era una infamia y que había que hacer todo lo posible por cambiarla. Desgraciadamente, sus palabras son actualmente más actuales que nunca, pues, un siglo y medio después, siguen estando las cosas igual o peor. Ésta es nuestra revolución, la revolución del pueblo en pro de un mundo más justo. Por ese fin sí que merece la pena jugárselo todo, pero no por una revolución que ni siquiera se plantea modificar las desigualdades sociales.

ESTEBAN MIRA CABALLOS

13 comentarios

Anónimo -

Los catalanes erre que erre. La U.E. ya ha dicho que quedan fuera, que se van a las cavernas. ¿Y aún así siguen con el independentismo? Los políticos van a llevar al pueblo catalán al abismo.

Anónimo -

Efectivamente, doy fe que eso fue así porque lo vivimos todos. Una pena que la cosa haya cambiado tanto. De todas formas habrá que buscar soluciones pactadas; estamos condenados al entendimiento.

Esteban -

Estimado Sr.,permítame que le recomiende mi último artículo que podrá ver en la portada de este blog, titulado: Qué fue de aquella Cataluña... En él se aprecia la altísima estima que Cataluña y los catalanes tenían en toda España hace treinta años. Los catalanes eran vistos como gente eficaz, inteligente, trabajadora, emprendedora y además solidaria, pues daban trabajo a miles de andaluces y extremeños. Yo me planteo en ese artículo: ¿qué ha pasado para que haya cambiado tanto esta perspectiva? quizás sea importante analizar que ha ocurrido para que esto haya dejado de ser así y que podemos hacer todos, unos y otros, para recuperarla.yo, como andaluz y español, asumo mi parte, pero otros tendrán que reconocer la suya.
Saludos cordiales. Esteban

Artur Mas -

Sens dubte són unes paraules sàvies, és un article interessant però no estic d'acord amb moltes de les coses que diu. El meu objectiu de moment és fer un referèndum, i faré tot el possible perquè es faci el que la població catalana desitja, perquè m'han escollit democràticament perquè representi els seus ideals. Repeteixo que encara que en certes coses no estigui d'acord, em sembla un article molt interessant propi d'un expert en el tema, la indepencencia no depèn de mi sinó del poble català. Els meus més salutacions cordials. Artur Mas i Gavarró.

Job -

Buena respuesta; totalmente de acuerdo. Nacionalismos e independentismos son contradictorios con razón y entendimiento. Si la cosa no cambia, y no tiene pinta de cambiar,se avecinan tiempos muy difíciles para España y para Cataluña.

Esteban -

Estimado Sr.: gracias por dejar su comentario en mi modesto blog. Comprendo su postura, pero también usted debe entender que cientos de miles de españoles se sientan incómodos ante sus reivindicaciones. Para muchos, los españoles llevamos conviviendo juntos más de cinco siglos y, con algunos altibajos no nos fue tan mal. Somos muchos los que pensamos que abandonar el barco no es la mejor solución. Yo intento empatizar con usted y puedo llegar a entenderle pero también usted debe intentar empatizar con el resto de España y llegar a entendernos. Lo que usted no ha pensado es que esa salida amistosa no sea posible. Para que una amistad fructifique se necesita buena voluntad por ambas partes. ¿Tiene un plan B si no es posible esa salida amistosa? Ya sabe usted como se las gasta el nacionalismo español (fronteras con Gibraltar y con Marruecos). Si la indepencia no es amistosa y hay muchas posibilidades de que sea así, tenemos un grave problema, gravísimo, tanto en España como en Cataluña. La independencia es vista por cientos de miles de españoles como algo traumático y lesivo. Las consecuencias serán imprevisibles. ¿No sería más fácil intentar llegar a un entendimiento cordial entre todos para prolongar nuestra convivencia otros cinco siglos? reflexione sobre ello. Saludos cordiales. Esteban

Artur Mas -

Salutacions Esteban, li parla el president de Catalunya, futur país independent y i per la nostra part, futur amic de espanya. S'està vostè equivocant en cada frase que escriu, la independència només afectarà Espanya, l'objectiu de catalunya és el progrés, mantenint si es pot les relacions amb Espanya, com un país més de la Unió Europea. espero que les meves paraules et facin reflexionar, una salutació, Artur Mas. Potser creguis que no sóc jo realment, però si ho sóc

Ronualdo -

Que bien, el Madrid va a ganar la liga todos los años. Y el Barça la de Cataluña. Todos contentos.

Pepe -

La culpa de todo no la tienen los catalanes, que son gente trabajadora, sino los políticos que se encargan de enemistar a todos para pescar en aguas revueltas. Que se jodan Mas y los demás politicuchos estos que tenemos.

Esteban -

Gracias Juan por tu comentario: hay una cosa en la que estoy de acuerdo contigo: todos los nacionalismos son malos, sea español, catalán o alemán. Los nacionalismos solo han traido guerras,drama y sufrimiento. Yo preferiría un mundo menos nacionalista y más cosmopolita. Ahora bien, eso de que la izquierda progre está anclada en el franquismo no lo comparto. Además te recuerdo que buena parte de la movida nacionalista e independentista catalana está protagonizada por CIU que es un partido de derecha. Es decir, que es la derecha la que está auspiciando la secesión de Cataluña que, por supuesto, a mí no me gusta, ni creo que sea la solución para nadie.

juan -

Siempre el mismo error de la izquierda española. Hacernos creer que solo hay un nacionalismo malo, el español. Ese nacionalismo monstruoso que dices ya existe en Cataluña, los insultos hacia el resto de España están al orden del día. Las manipulaciones histórica, el miedo silencioso a decir que se és español para que no te digan franquista. El castellano como si fuera una lengua extranjera, sus multas lingüísticas, el oir que hay que hacer algo para que los niños no hablen en castellano en el patio, el España nos roba, la negación del materialismo histórico al engañar a la gente diciendo que con un cambio de identidad vamos a vivir mejor. Medios de comunicación que jalean contra España etc.
Estamos cansados de callar y de la izquierda progre que vive anclada en el franquismo. Ya se ha abierto la veda y muchos comunistas de Cataluña y gente de izquierda empezamos a movernos. El derecho a decidir es una consulta exclusivamente nacionalista, que nadie diga después que los extremos mas nacionalistas esta creciendo. Sin ninguna vergüenza me declaro partidario de la unidad con el resto de España.

Urco -

Que le den por saco a todos. A la mierda los políticos. El pueblo al poder.

Carla -

La Independencia de Cataluña mala y la Revolución social peor.