EL MUNDO AL REVÉS: LAS VÍCTIMAS CONVERTIDAS EN VERDUGOS
Ya hemos comentado en otras ocasiones que el poder, sea del color que sea, y en todos los tiempos, desde el origen de la civilización a nuestros días, siempre ha intentado justificar sus actuaciones. Y para ello, no ha dudado en utilizar cualquier tipo de artimaña, usando todo su arsenal dialéctico en la consecución de ese objetivo.
Desde el poder se han justificado todo tipo de atropellos imperialistas, tanto territoriales como económicos, así como la hegemonía de los poderosos con el consentimiento o el beneplácito de las masas. Hace pocos años leí un texto de un profesor universitario de Historia que explicaba que en la conquista de América, los indios fueron los responsables de las matanzas por mantener, con sus rebeliones, un constante y latente estado de guerra. De esta forma, convertía a las víctimas en sus propios verdugos, justificando así la expansión imperial de los Habsburgo.
Con sorpresa y estupor he leído en la prensa la forma en que algunos políticos desacreditan a los indignados, tratando de neutralizar sus protestas. Se ha llegado a decir que estas personas que últimamente se manifiestan pacíficamente contra los desahucios, a las puertas de las casas de los políticos, se comportan como los Nazis. Aunque parezca increíble, ha comparado la actitud de estos indignados con las actuaciones de los miembros del partido Nazi. ¿Esta política nunca ha escuchado hablar de las SS, de los campos de concentración, de las cámaras de gas, del racismo genocida, del espacio vital? ¿Cómo es posible hacer esta comparación? ¿Por qué no ha pedido nadie la dimisión de la persona que ha pronunciado con total impunidad semejante barbaridad? ¿Alguien encuentra algún parecido entre esta pobre gente, que ha perdido lo más sagrado, su casa, con la estructura de poder de los miembros del partido Nazi? Obviamente no.
¿Y entonces? Pues no se trata más que de lo mismo de siempre, es decir, de un intento de justificar lo injustificable y de colocar a las víctimas en el disparadero. Y ya se sabe el dicho: una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Así que a ver si a base de repetirlo algo queda y se convierte en una verdad o al menos en una media verdad, para así desactivar a estos nuevos pobres de solemnidad y evitarse las molestias que causan. Desgraciadamente, esto es lo que ha pasado desde tiempo inmemorial con las personas que osan retar al poder; como diría Walter Benjamin, tampoco los muertos estarán a salvo del enemigo, un enemigo que no ha cesado de vencer.
ESTEBAN MIRA CABALLOS
5 comentarios
Esteban -
Kafka -
Albert -
Esteban -
Mayte Pizarro Parra -