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FRAY CRISTÓBAL DEL RÍO O.F.M. Y LA DEFENSA DE LOS INDIOS EN LOS ORÍGENES DE LA COLONIZACIÓN

                                                                                                                                                                                                               Esteban Mira Caballos

Desde la llegada de los españoles al Nuevo Mundo se produjeron visiones enfrentadas sobre el status que se debía dar al indio. Desde un primer momento el indio el indio fue, por un lado repartido y encomendado1, y por el otro, esclavizado. Así, mientras que en 1503 quedaron sujetos a esclavitud los caribes2, en 1509, se autorizó la captura de los indios lucayos3, extendiéndose en 1512 a aquellas zonas de Tierra Firme que fueran expresamente señaladas por las autoridades de la Española4. Esta sumisión a la servidumbre se fundamentó, fundamentalmente en la supuesta necesidad que había de evangelizarlos.

Para sostener este orden desde un primer momento brotó una corriente de pensamiento. No cabe duda de que cada cual defendía unas conveniencias individuales o de grupo que se catalizaban a través de lo que algunos sociólogos han llamado la falsa conciencia, es decir, un simple y puro falseamiento consciente de la realidad, por parte de unos funcionarios que saben muy bien donde están sus intereses y cuales son las medidas a adoptar para defenderlos5. Así, pues, en la documentación de los primeros años encontramos multitud de informes que pretenden legitimizar el orden social establecido, argumentando con gran énfasis la holgazanería, la mentira o la incapacidad de estos naturales. Los indios fueron presentados, pues, como seres ruines, crueles, serviles, mentirosos, vengativos, torpes, sodomitas, sucios, incestuosos, etcétera6. Estas ideas constituyeron la auténtica piedra de toque sobre la que se sustentaron todas las formas de compulsión al trabajo de los indígenas.

La posición de la iglesia secular a nivel oficial fue la de un consentimiento y respaldo de las posturas oficiales. Clara estaba la alianza que se produjo entre la Iglesia y el Estado para consolidar la conquista. La Corona entendió la cristianización de los indígenas como el auténtico cimiento de la conquista. Y de hecho había intereses comunes: por un lado, la Corona pretendía ampliar su Imperio, mientras que, por el otro, la Iglesia pretendía aumentar vertiginosamente el número de cristianos con los que engrandecer su institución y, en definitiva, la obra de Dios.

En cambio, entre las Órdenes religiosas las posiciones fueron muy diferentes. En general podemos decir que los dominicos mostraron una oposición a la encomienda y a la esclavitud del indio. Los dominicos llegados a la Española en 1510 atacaron duramente a los encomenderos, catalizándose el enfrentamiento a partir del famoso sermón de fray Antonio de Montesinos en el segundo domingo de adviento de 15117. Montesinos tenía detrás de si, como respaldo a toda la Orden Dominicana, encabezada en la Española por fray Pedro de Córdoba8. Fueron duramente reprendidos, primero por los encomenderos y luego por el propio Fernando el Católico, amenazándolos con la expulsión en caso de no modificar su crítica conducta9.

 

1.-LA POSICIÓN DE LA ORDEN FRANCISCANA

 

Se ha dicho que la posición de la Orden franciscana, contrariamente a la de la Orden Dominica, apoyó la posición del Estado. No olvidemos que el primer núcleo de regulares en la Española fue precisamente de franciscanos llegados en 1502 en la flota de frey Nicolás de Ovando. Junto a fray Alonso de Espinal viajaron doce frailes profesos, a saber: Fray Francisco de Portugal, fray Bartolomé de Turuégano, fray Antonio de Carrión, fray Antonio de los Mártires, fray Maseo de Zafra, fray Pedro de Hornachuelos, fray Alonso de Hornachuelos, fray Bartolomé de Sevilla, fray Juan de Hinojosa, fray Juan de Escalante, fray Juan Francés y fray Pierre Francés. Asimismo viajaban cuatro hermanos legos que se llamaban Martín, Lucas Sánchez, Pedro Martínez y Jerónimo Bernal. Pese a todo de los diecisiete cenobitas designados tan sólo alcanzaron las costas de la Española doce10. Fray Alonso de Espinal es calificado por el padre las Casas de forma contradictoria afirmando, por un lado que era un venerable religioso y por el otro que era un ignorante11. En cualquier caso, el provincial respaldó la visión de los encomenderos, oponiéndose incluso a los postulados de la Orden dominica. Hasta tal punto esto fue así que los encomenderos lo mandaron en 1518 como su representante a la Corte a informar de los hechos relacionados con los indios12.

Hacia 1516, cuando la dinámica colonizadora en las Antillas se encontraba en una profunda crisis. Las cosas se habían tornado realmente insostenibles pues ya no se producía oro como antes, los colonos se quejaban insistentemente de no poseer indios de encomienda para mantener sus haciendas, y, finalmente, los indios sufrían una vertiginosa disminución. En medio de estas circunstancias caóticas los memoriales que llegaban a la Península eran harto contradictorios. La Orden franciscana siguió apoyando los postulados oficiales, como prueban las respuestas de fray Pedro Mexía, representante de la Orden Franciscana en el interrogatorio que hicieron los Jerónimos en 1518?.

El franciscano Fray Pedro Mexía se mostró un tanto ecléctico en sus respuestas, a medio camino entre la postura dominica y la oficial. En primer lugar, afirmó que algunos tienen "razón para vivir por si", pues, "saben granjear y comprar y entender en sus conucos". Con respecto a la encomienda, muy en consonancia con las ideas defendidas hasta entonces por la Orden Franciscana, la justificó, aunque reconoció que de seguir encomendados "como al presente están no habrá de veinte mil, dos mil personas en veinte años"13. Por desgracia, fray Pedro Mexía no precisó que otro tipo de encomienda alternativa podía establecerse que no fuese tan perniciosa para el indio. Por lo demás, poco aportaron los comentarios del franciscano ya que en todo momento se mostró distante, muy vago en sus afirmaciones y deseoso de acabar.

 

2.-LAS IDEAS DE FRAY CRISTÓBAL DEL RÍO

 

En defensa de los franciscanos debemos señalar, primero su gran empeño, en estos primeros años, por fomentar la educación del indígena mientras los dominicos permanecían aferrados a discusiones teóricas con los representantes del poder civil que no condujeron, en principio, a ninguna parte. Precisamente, una de las críticas que Motolinía hizo a los dominicos en general y al Padre las Casas en particular fue que se dedicó a litigar pero ni tuvo sosiego en esta Nueva España ni deprendió (sic) lengua de indios ni se humilló ni aplicó a les enseñar"14

Pero, al margen de estos aspectos, queremos destacar las ideas del franciscano fray Cristóbal del Río que, como veremos en las líneas siguientes, estaban muy cerca de las del padre Las Casas y el resto de la Orden dominica. Esto demuestra a su vez la existencia de voces disidentes dentro del seno de la propia orden.

fray Cristóbal del Río, Comisario General franciscano, pasó a la Española junto a los franciscanos picardos en enero de 151615. Una vez en la isla discrepó tanto de las opiniones de su correligionario fray Pedro Mexía como de la información ofrecida por los Jerónimos una vez realizado su famoso Interrogatorio16. Su ideario con respecto al indio aparecen reflejados en un manuscrito, escrito hacia 1519 conservado en el Archivo General de Indias17.

 

APÉNDICE DOCUMENTAL

Parecer de fray Cristóbal del Río

Mi voto en la materia de los indios que están en las islas a donde hay cristianos que son la Española y Cuba y San Juan y Jamaica es éste: que son libres pues no han repudiado a la doctrina evangélica ne delinquet su lege y condeno de todo en toda la manera pasada que era encomendar los cristianos por cual modo será mejor para traerlos a este fin de ser católicos y fieles cristianos si será mejor ponerlos en pueblos o dejarlos en sus asientos. Una cosa digo que será para costa que no saquen oro porque allende de ser gran impedimento para ser enseñados en la fe se mueren sin remedio.

En cuanto a las otras tierras que son innumerables que están por tomar dejamos me parece visto el daño pasado que en ninguna manera se consienta que sean encomendados cristianos como en el tiempo pasado mas que sea en la manera que ahora viven enseñados por religiosos de esta vida porque veo que si tuviesen conocimiento de nuestra santa fe carecerán de muchos vicios y pecados que entre los cristianos se hallan. Que los jerónimos tomaron parecer de vecinos de la española más los padres de Santo Domingo y de San Francisco y de un frey Cristóbal del Río, Comisario General. Que el comisario general quería que todos los indios se pusieran en libertad.

(AGI, Patronato 231, N. 2, R. 3).

1    Como es sabido los primeros repartimientos de indios los hizo el Primer Almirante en 1496. Desde mediados de 1502 y finales de 1503 fueron suprimidos por frey Nicolás de Ovando, quien hacia 1505 introdujo la encomienda. Véase mi trabajo: Las Antillas Mayores, 1492-1550 (ensayos y documentos). Madrid, Iberoamericana, 2000, pág. 21.

2    Real Provisión a frey Nicolás de Ovando, Segovia, 29 de agosto de 1503. AGI, Indiferente General 418, L. 1, ff. 116r-116v. CODOIN, Serie 1ª, T. XXXI, pp. 187-193.

3    GIMENEZ FERNÁNDEZ, Manuel: Bartolomé de Las Casas, T. II. Sevilla, E.E.H.A., 1953, p. 473.

4    En realidad, quedó vedada tan solo el área de Urabá, es decir, lo que poco después se llamaría Castilla del Oro, pues se consideraba habitada por aborígenes pacíficos. OTTE, Enrique: Las perlas del Caribe: Nueva Cádiz de Cubagua. Caracas, Fundación John Boulton, 1977, p. 104.

5    CAPEL, Horacio: "Ideología y ciencia en los debates sobre la población americana durante el siglo XVI". Cuadernos críticos de Geografía Humana, Nº 79-80. Barcelona, 1989 (pp. 1-107), p. 90.

6    Ver GARCÍA AÑOVEROS, Jesús María: El pensamiento y los argumentos sobre la esclavitud en Europa en el siglo XVI y su ampliación a los indios americanos y a los negros africanos. Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 2000, pág. 160.

7    Sobre la posición de los dominicos puede verse una reciente interpretación en RODRÍGUEZ MOREL, Genaro: Carta de los cabildos eclesiásticos de Santo Domingo y Concepción de la Vega en el siglo XVI. Santo Domingo, Patronato de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, 2000, págs. 22-32.

8    IBÍDEM, pág. 23.

9    IBÍDEM, págs. 25-26.

10    MIRA CABALLOS, Esteban: Frey Nicolás de Ovando y los orígenes del sistema colonial español. Santo Domingo, Patronato de la ciudad Colonial de Santo Domingo, 2000, pág. 144.

11    LAS CASAS, fray Bartolomé: Historia de las Indias. México, Fondo de Cultura Económica, 1951, T. II, pág. 249 y T. III, pág. 446.

12    RODRÍGUEZ MOREL: Ob. Cit., págs. 30-31.

13    Parecer de fray Pedro Mexía. Interrogatorio, ff. 37-37v.

14    MOTOLINIA, fray Toribio de: Historia de los indios de la Nueva España. México, Editorial Porrúa S.A., 1990, p. 210.

15    GIMÉNEZ FERNÁNDEZ: Ob. Cit., T. II, pág. 759.

16    IBÍDEM.

17    Parecer de fray Cristóbal del Río, h. 1519. AGI, Patronato 231, N. 2, R. 3.

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